Cada noche antes de dormir su particular "Rosebud" se escapaba de sus labios con un suspiro, en un tono casi imperceptible, y la historia, al igual que el CK seguramente resultaría un enigma para muchos.
Esta noche lo percibí, la ví dormir con un dejo de nostalgia y alegría en una paradójica sensación de soledad acompañada, cerrando sus ojos, sonriendo y con una lágrima furtiva por su lagrimal la abuela dijo: "Güeritos".
La abracé con ternura, le dí un beso en la frente e inmediatamente pensé en mi Rosebud particular, en el Rosebud de "Güeritos" y en que este mundo tal vez, sólo tal vez, sería mejor si los "Rosebuds" nunca desaparecieran físicamente de nuestras vidas.
Mientras tanto, soñemos, entremos a esa dimensión donde el tiempo y la distancia no existen y nos permiten encontrarnos con nuestros Rosebuds particulares.
¿Cuál es el tuyo?
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