jueves, 4 de diciembre de 2008

Desayunando con ****** ******* (un actor famosísimo) en Londres

En la vida, al menos en la mía, la realidad rebasa muchas veces la ficción y el día de ayer no fue la excepción, me encontraba en el aeropuerto de Heathrow en la famosa y esperada "Terminal 5" (cuyas obras fueron tan eternas como las del AVE en Barcelona, las calles de Madrid, el segundo piso en periférico norte, o mis pretextos de adolescente para "poner en orden" mi recámara), ahí estaba yo, deambulando, admirada de ese gran centro comercial con infinitas posibilidades de gastar, aterrada por el pasaje del terror y del pecado encaramado por la primer tienda Tiffany's en un aeropuerto, viendo Dior, Prada, Gucci y Coach como en mis peores pesadillas (uno al lado del otro!), en esos momentos mi lado frívolo me ganó y lo siento, tengo que compartirlo, entré únicamente a ver (por ver no se paga).

Mientras analizaba las posibilidades financieras de mi cartera (no para poder comprar una mascada de Coach sino para comer) empecé a deambular por "La Terminal", haciendo un scouting por encontrar alguna ganga de "como todo lo que pueda por 3 libras", pero como eso no era viable pasé a la segunda opción, comprarme algo que me entretuviera el estómago.

Llegué a un lugar donde vendían sushi, justo a espaldas de la conocidísima The Caviar House, decidí comprarme un pack de sushi de salmón y (como mi economía no me permitía comerlo dentro del local, lo pedí "pa' llevar") bueno, eso está muy bien pero ¿y ***** *****, cuando aparece?!, pues resulta que justo cuando estoy caminando buscando un sitio agradable para comer me dirijo al fondo de la terminal, me siento, hago cuentas y considero la posibilidad de darme el lujo de comprarme un refresco, emprendo entonces el nómada recorrido en busca de la bebida que saciará mi antojo, voy caminando y veo a un hombre con barba, con ropa casual que se sienta en The Caviar House, me acerco, lo veo y tengo una sensación extraña en mi cerebro relaciono la imagen de ese hombre tan apuesto y en fracciones de segundo recuerdo que esa cara tiene un nombre y que ese nombre es "*******?", me acerqué y le pregunté, su respuesta fué de lo más casual "Yes, how do you do?" a partir de ahí comenzamos a platicar sobre lo que hacíamos en el aeropuerto, hacia donde ibamos y me quedé estupefacta, le dije que admiraba su trabajo y me daba gusto coincidir con él en "La Terminal" algo así como la "dimensión desconocida" (idaidaida con efecto de reverb), conversamos, me despedí y eso fue todo

Al dar cuatro pasos me puse a pensar (no puedo evitar complicarme la vida) pero ¿quién te va a creer que estuviste en un restaurante con **** ****** en el aeropuerto de Londres, no va a faltar el idiota que diga "si, claro, si yo me ligué a la Jolie o Brad Pitt comió conmigo ayer", ¿qué hacer?, la conversación había sido muy agradable y ni modo de regresar, perder el "cool style" y decirle "me das un autrógrafo?", opción que ni siquiera podía considerar ya que cambié de bolso y no llevaba pluma, ¿que otra opción tenía? ¡el celular! brillante idea, aprovechar la cámara incluída, tomé una foto para asegurarme que tenía espacio suficiente y no hubo problema, decidida regreso al lugar y me le planto nuevamente pidiéndole una foto ¡accedió!, el pulso me temblaba como maraquero, horrible!!!!, capturé la imagen, la ví 4 segundos en la pantalla del celular y me despedí, ahora sí deseándole una feliz navidad, doy dos pasos y aparece en mi teléfono un mensaje que me heló la sangre: "espacio de memoria insuficiente", le menté la madre a Motorola, al pinche modelo y a todo lo que pude, pero entendí que tal vez era el destino que no quedara huella palpable de mi encuentro con aquel super astro del cine Hollywoodense, así es que por respeto al destino, borraré el nombre de ese encantador personaje, y en algún momento me arriesgaré a contarselo a mis nietos con el riesgo de que digan "le crees a mi abuelita esa historia de **** ****?", "ya sabes como son los viejitos, se inventan historias!", la realidad es que pasó pero por alguna circunstancia extraña esa experiencia quedará guardada para mí y sé que cuando lo vea en su próxima película puedo asegurar que es un tipo encantador, cabelleroso y sumamente amable.

Shhht Happens!

=)