miércoles, 2 de julio de 2008

Una historia de amor colombiana que ni a García Márquez se le ocurriría

Hace unos minutos comenzó a circular la noticia en la web de la liberación de Ingrid Betancourt, algo que en lo personal me inspiró a postear esto que ahora les comparto.

Ingrid Betancourt ha elegido mantener una vida comprometida con sus valores e ideales que le llevó a separarse de su primer esposo y defender una causa importante, que muchos podrían tachar de idealista que consiste en rescatar a Colombia de quienes la tienen secuestrada: los narcotraficantes, los políticos corruptos, la pobreza y la gente indiferente.

Esa epidemia está presente en TODO EL MUNDO, resulta más evidente en América Latina y en África pero... en Europa también se ve y se vive (aunque ese será tema de otro post).

Sirva el presente como una forma de quitarme el sombrero ante las mujeres extraordinarias, que luchan por sus sueños, que son fieles a sí mismas y se atreven a elegir un camino en la vida más difícil que el de la mayoría.

Ingrid pasó seis años de cautiverio, siempre se ha caracterizado por ir en contra del "sentido común" y de declarar abiertamente su opinión, se atrevió a llamar al entonces presidente Ernesto Samper como un delincuente, al poder legislativo como "nido de ratas" y a dimitir del partido político donde inició su carrera por considerarlo una cueva de "ladrones y corruptos".

Dejó atrás una vida de comodidad en Francia con su primer esposo el diplomático francés Fabrice Delloyé y tras divorciarse, retomó su lucha política, posteriormente conoció a su actual esposo, el publicista Juan Carlos Lecompte con quien protagonizó escenas tan surrealistas e increíbles de amor, como lo ha sido la aventura de su vida.

Se ha atrevido a hacer cosas poco usuales y (lo mejor) encontró a un hombre que pensaba- actuaba como ella. El 24 de julio de 2002, las FARC mandaron una "prueba de vida" que le dió la vuelta al mundo donde se veía a Ingrid Betancourt con las manos esposadas sentada a la intemperie, en ese mensaje le mandó un saludo a su esposo y rechazaba el canje propuesto por las FARC para dejarla en libertad.

En Diciembre de ese año, como regalo por su cumpleaños número 46, Lecompte lanzó sobre las selvas de Colombia 20,000 volantes con fotografías recientes de los hijos de Betancourt, con la esperanza de que al menos uno llegase a manos de su esposa, no sé si alguna la habrá recibido.

Su único contacto con el exterior era una radio desvencijada, aunque intentó escapar en varias ocasiones no lo logró, aún así no perdía el sentido del humor.

Hoy ha regresado, es curioso porque... no regresa a la lucha política, ya que desde su trinchera y aunque el dolor y la impunidad trataran de callar su voz, ésta tomó mas brios, así es que nunca abandonó la esfera política. Tampoco puedo decir que regresa a la luz pública ya que la presión social y los reflectores la "seguían" (si cabe el término).

Yo creo que hoy regresa a los brazos de su amado, a recordarle a su familia lo importante que han sido para ella y a besar y abrazar a sus hijos agradeciéndoles haber sido su motor para afrontar valientemente un cautiverio, que a pesar de mantenerla encerrada no pudo atrapar un espíritu a prueba de bombas.

Una buena noticia para las mujeres que estamos "en la resistencia" y luchamos por algo más que una camionetota y una lipoescultura, no perdamos la esperanza ¡existen hombres inteligentes! y ¿saben qué es lo mejor?, qué no necesitamos parecer tontas para encontrarlos ya que (aunque son muy pocos) valoran y fomentan la autenticidad de una mujer.

Brindo por eso!! y por las mujeres chingonas!!! Mamá, hermana, baronesa ... y todas las que desde nuestra trinchera cotidiana no dejamos de luchar y hacer la diferencia.

Salud y harto amor!!!

1 comentario:

dnlt dijo...

¡...y yo alzo mi vaso, con el deseo de que no vaya a menos, pese a la perspectiva!

Felices sueños,

dnlt