sábado, 8 de marzo de 2008

Misión

En el libro de Alicia en el país de las maravillas, la protagonista en su frenética búsqueda por el conejo blanco se encuentra con el gato Cheshire y le increpa sobre ¿qué camino debe seguir? a lo que él responde: "si no sabes dónde vas puedes seguir el que quieras", que cierto es esto.

Cuanta gente va por el mundo viviendo por vivir, sin albergar la ilusión de que algún anhelo en esta vida puede concretarse. Los teóricos de la excelencia y expertos en planeación estratégica mencionan que es fundamental para cualquier empresa (pública ó privada) la existencia de una misión y una visión, ya que estas se traducen en:

1) Su razón de ser (para qué están ahí)
2) ¿Cómo quieren verse en el futuro? (esto no es algo gratuito ni un buen deseo, tampoco puede compararse con un propósito de año nuevo de esos que el 89% de la gente olvida los primero días de enero), en teoría esta visión es la meta a la que quiere llegar y para ubicarse en ese lugar cada paso que se de día a día es definitivo.

Mientras charlaba sobre esto en clase de "Emprendiendo proyectos gestionables estratégicamente", el jóven aspirante a catedrático se quedó suspendido en un paréntesis interno, de esos que permiten que el silencio te deje escuchar al corazón y entonces pensó..... "yo estoy pidiendo a mis alumnos que elaboren su visión personal de aquí a 20 años, y yo?, cuál es la mía?, me encuentro lejos de mi tierra hablando un idioma extraño, dando clases y esto me llevará a lo que quiero?", en ese instante surgió la siguiente pregunta "y qué es lo que quiero?", súbitamente un viento casi imperceptible (provocado por el aleteo de un ángel) le hizo recordar ese viejo proyecto que guardaba en el corazón, el cuál inevitablemente lo conducía de regreso a casa (a su amado país), a la orilla de esa playa (su lugar sagrado) donde mientras el sol irradia calor y energía, compartiendo vida y amor a quienes lo perciben él era feliz ayudando a niños víctimas de violencia doméstica a restaurar sus heridas de guerra a través de cursos y dinámicas de liderazgo, había creado una institución a través de la cuál los niños de escasos recursos podían conocer el mar, sus ojos brillaban, se veía muy bien conservado y plenamente feliz.

Salió de clases y mientras se dirigía a su auto seguía pensando en ello, su rostro dibujó una media sonrisa ladeada a la derecha (la de las buenas noticias), "casualidad es el seudónimo de la presencia de la mano de Dios en nuestras vidas" ese pensamiento lo acompañó con un rayo de alegria mientras se dirigía al lugar donde vivía, y entonces comprobaba una vez más que TODO PASA POR ALGO, no sabía cómo pero estaba seguro de que llegaría a hacer de esa visión una realidad y estaba en el camino correcto.

La gente lo veía reir solo y no entendía porqué, a él qué mas le daba, era feliz.

Uno nunca sabe lo que piensa un catedrático ó un experto al impartir apasionadamente sus clases.

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