jueves, 6 de noviembre de 2008

Buscando el penacho extraviado de Moctezuma

Ah!!! Viena, una ciudad encantadora, digno escenario de una película, sesión de fotos o escenario de recuerdos imborrables, en este lugar la cultura se respira en sus cafés, se observa en sus calles limpias y se escucha al salir del metro mientras te diriges a la ópera (o al baño del subterráneo que también tiene su historia).



El destino me ha llevado a Viena, a sus jardines, a sus fuentes, a su gente que es sorprendentemente cálida y amable, a degustar del Sacher Tarta acompañada de un delicioso café.



Lo disfruto, camino y me doy cuenta que he vivido en el error, la región 4 es un éxito en la región 2, lo diferente es lo que llama la atención y en esta ciudad donde lo típico son unos ojos verdes o azules, lo que sale de lo habitual es catalogado como "exótico" y por ende llama la atención de comensales, transeuntes, en fin de la gente.

Cuando llegué tuve un conflicto moral ¿Debería ir a ver el penacho de Moctezuma como buen amante del arte y la cultura mexicana o a modo de protesta me solidarizaría con mis compatriotas para poder disfrutarlo hasta que esté de vuelta en casa? Alguna vez había escuchado que hay un danzante mexicano que baila en las principales plazas de la capital austriaca para pedir que se regrese el penacho de Moctezuma a su tierra de origen pero al parecer las autoridades (o la gente que debería tomar decisiones no lo sabe o no lo ha visto, fenómeno común en México lamentablemente ya que al parecer no se ve la pobreza, la delincuencia y la corrupción, porque de otra forma no me explico que no se haga nada por resolver la situación) en fin, ahí estaba cavilando buscando al danzante por las distintas Platz y no pude verlo, no lo encontré, no sé si ese día tuvo que hacer un trámite burocrático o no nos tocaba coincidir así es que me quedé con las ganas de platicar con él, aplaudirle y danzar juntos (al menos ya tendré pretexto para volver).

Llegué a las puertas del Museo y esperaba al menos encontrar en los precios alguna promoción o descuento especial a los mexicanos que tengan que cruzar el atlántico para apreciar una pieza arqueológica de inacunable valor, que por razones burocráticas salió de México y no ha regresado, sin embargo no lo encontré, pensé que una justificación para ingresar al recinto podría ser tomar una foto y subirla a internet al menos para que aquellos que no tengan la oportunidad de viajar lo conocieran (aunque fuera en foto) pero a veces, la vida, el destino o el Sino Divino toma la decisión por nosotros y todas mis elucubraciones se vaciaron al ver el letrero de "Closed" en la puerta.

Caminé con una sonrisa agridulce sintiendo como el viento vienés me consolaba, la vida nos sorprende y Dios recompensa a quienes tienen esa impopular tendencia a pensar, compartir y encontrar soluciones que permitan hacer de este mundo algo más habitable y depués de estar en el extravio por las calles encontré una imagen que me recorrió la espina dorsal y que me hizo recordar quien soy y lo que creo, en el poster estaba la imagen de ese viejo conocido que me inspiró durante mi adolescencia: Vincent Van Gogh.

Corrí, aventé gente, batí record para no perder el tren que me llevaría al aeropuerto y lo único que puedo decir después de ver la exposición más grande en la historia que se ha hecho del Maestro del Impresionismo es lo siguiente: NO EXISTE UNA CÁMARA FOTOGRÁFICA TAN AVANZADA QUE PERMITA TRANSMITIR EL COLORIDO QUE TIENE HOSPITAL AT SAINT- RÉMY.

Gracias Dios por ese viaje tan inolvidable

=)

1 comentario:

Anónimo dijo...

definitivamente coincido contigo, yo tuve la gracia y fortuna de ver las pinceladas atascadas de emocion y pasion del master Vincent Van Gogh en el Art Institute of chicago, lo impresionante de todo esto es entrar aun asal donde se exponen cuadros en gran formato de todas las vacas sagradas del impresionismo, pero sin lugar a duda. ahi como la muñeca fea se encuentra: BEDROM AT ARLES, una obra que pos us colrido sobrepasa la imponencia del tamaño de los demas autores.

Que gusto compartir este gusto tan a fain, lleno de color y de pinceladas que nos da la vida... cuidate mucho y algun dia nos volveremos a reunir,,, Besos

Emerson