Esta carta va dirigida a un amor que no fué, o mejor dicho, que fué pero que ya no es, ó quizás es pero no como debería, ó tal vez que ya no es y nadie lo sabe.
Te he visto de lejos y me es grato encontrar esa sonrisa que siempre te ha caracterizado, el verte sonreir no solo con la boca sino con todo el cuerpo, te veo cómodo, contento, no sé cómo andes en bagaje de sueños pero... te veo muy bien!!!!
Al parecer has olvidado aquél amor del pasado que cuando aparecía en tu vida te paralizaba, pero no te paralizaba el amor, era el miedo de afrontar una paradoja al tener frente a tí a ese ser cercano pero que sus ojos se encontraban en un lugar tan lejano que se antojaba imposible compartir, conocer ese lugar, impensable siquiera acercarse.
Te re descubro y busco respuestas al "porqué no fué?", ó quizás "porque es así?", es entonces cuando una nube de nostalgias selectivas boicotean la memoria haciendo creer que el pasado fue mejor, por lo cuál si trazara una trayectoria continua hasta el presente .... las cosas serían muy diferentes..... ahora todo es tan lejano ....que no puedo determinar bien lo que pasó ó lo que pasa.
Ahora llega a mi cabeza la imagen del último día que nos vimos, el día que las circunstancias trastocaron las esencias y mis sueños no eran tuyos.... y los tuyos no eran los míos.... y encontré que estaba más enamorada de ellos y el compartirlos, adaptarlos y hacerlos uno era tan lejano que se antojaba imposible.
Si algo admiro de tí es tu perseverancia, deseo que te conduzca a la realización plena de tus sueños, yo seguiré la misma senda, luchar con uñas y dientes por convertir en una realidad eso que me permite creer que este mundo puede ser mejor, cuando lo consiga veré que lo extraordinario no es tan lejano que se antoja imposible y eso hará que valga la pena haberme separado de tí.