Ay!!!! la ociosidad, el mal gusto e internet pueden ser una combinación peligrosa, algo así como una pequeña bomba de tiempo que puede conducirnos a horizontes jamás imaginados que nos llevan a dejar nuestra imagen "cool" (era?) por ese lado "b" que todos tenemos, de esta manera podemos encontrar que al joven yuppie digno de campaña publicitaria de Calvin Klein tiene entre sus archivos bajados de internet "corazón de piedra" de Lucía Mendez o a la chava alternativa, consciente social preocupada por las conversaciones trascendentes y que desecha la música "plástica" tiene un lado "b" al que le gusta "Mi Matamoros querido" o "La del Moño Colorado".
Dentro de el encuentro con esa parte que muchos niegan públicamente (pero que tarde o temprano cuando nadie los ve la sacan y disfrutan al máximo, ya sea viendo una telenovela, bajando una película de los Hermanos Almada o comprándose la loción de algún cantante y/o actiz de moda) tengo que sincerarme y compartir mi más reciente experiencia (siendo honesta tengo muchos momentos de "gustos culpables" todos los días) pero una que definitivamente me lanzaría a las grandes ligas fue en días recientes haver visto (porfavor luces estroboscópicas y voz de presentador de lucha libre con reverberación): "CAÑITAS: La Película".....
Gracias a Dios, Él nos hace y nosotros nos juntamos, así es que no la ví sola, tuve un cómplice que se aventuró junto conmigo a tan "kistch" y de mal gusto experiencia.... reseñarla???? mmhhh creo que no encontraría las palabras precisas, lo único digno de rescatar es a Armando Hernández y Roberto Sosa, una parte de mí inevitablemente se pregunta "¿Cómo se atrevieron ?" pero creo que la respuesta es muy sencilla, seguramente se dejaron seducir por su lado "b".
Si usted lee este post y ha llegado hasta esta parte haga favor de compartir un poco de su lado "b", no se haga de la boca chiquita si bien que en las bodas baila al ritmo de "Caballo dorado" aunque en su lugar de trabajo y/o estudio escuche a Aphex Twin, bien sabe de qué le hablo.
jueves, 16 de agosto de 2007
miércoles, 15 de agosto de 2007
Letanía de mis defectos
Letanía de mis defectos
Soy vanidosa, déspota, blasfema;
soberbia, altiva, ingrata, desdeñosa;
pero conservo aún la tez de rosa.
La lumbre del infierno a mí me quema.
Es de cristal cortado mi sistema.
Soy ególatra, fría, tumultuosa.
Me quiebro como frágil mariposa.
Yo misma he construido mi anatema.
Soy perversa, malvada, vengativa.
Es prestada mi sangre y fugitiva.
Mis pensamientos son muy taciturnos.
Mis sueños de pecado son nocturnos.
Soy histérica, loca, desquiciada;
pero a la eternidad ya sentenciada.
Pita Amor, 1987
Soy vanidosa, déspota, blasfema;
soberbia, altiva, ingrata, desdeñosa;
pero conservo aún la tez de rosa.
La lumbre del infierno a mí me quema.
Es de cristal cortado mi sistema.
Soy ególatra, fría, tumultuosa.
Me quiebro como frágil mariposa.
Yo misma he construido mi anatema.
Soy perversa, malvada, vengativa.
Es prestada mi sangre y fugitiva.
Mis pensamientos son muy taciturnos.
Mis sueños de pecado son nocturnos.
Soy histérica, loca, desquiciada;
pero a la eternidad ya sentenciada.
Pita Amor, 1987
martes, 7 de agosto de 2007
Conexión celestial
Se levantó de la cama y se metió a bañar mientras ella se quedaba tendida en la cama, terminó de vestirse y salió, escuchó de fondo la pregunta que parecía retórica: "Quieres que te acompañe?"
Él se limitó a elevar la mirada y esbozar una pequeña sonrisa entre la que se ocultaban indefinidas una alusión materna y un bosquejo de diversión ante el especímen tan raro que se encontraba en el otro cuarto, al cual le daba exactamente lo mismo que él tuviera que enfrentarse a realizar un trámite a las seis de la madrugada del cuál desconocía el procedimiento y que ella se lo sabía al dedillo pero prefería quedarse descansando.
Entre decepcionado y triste decidió salir a enfrentar lo que viniera por su propia cuenta, llegó a la oficina y después de realizar una fila que se antojaba eterna, entró a la oficina, adentro había otra cola.
"Chale, tengo hambre, no voy a poder comer nada hasta las 4 de la tarde que salga de trabajar, aquella plácidamente echadota en la cama sin tomarse la molestia de traerme ni una manzana, no fuera ella porque habría dejado de dormir por prepararle el desayuno, eso me pasa por... amable".
Al interior se encontró una silla donde permaneció esperando su turno, a su lado se sentó una mujer que empezó a hacerle la plática y le contó la razón por la cuál ella también se encontraba ahí, él le contó que era periodista y ella que era maestra de educación física, hablaron de los niños, de la educación, de los valores morales, de la situación en sus respectivos países, hasta que él se dió cuenta que tenía que entrar a trabajar (tenía un año buscando trabajo y éste era su segundo día), faltaban más de dos horas para que lo atendieran, tendría que regresar al otro día, de nuevo hacer la fila y esperar correr con mejor suerte... cuando de repente ella le dijo: "oye, porqué no hablas con algún funcionario y les explicas que llevas aquí formado todo el día y que te atiendan mañana sin que te fomes", él se le quedó viendo con cara de "está hablando en serio?" y ella al ver su reacción le contestó: "anda, vamos periodista, que no te de miedo, piensa positivo, yo te apoyo!", de pronto el brillo en la mirada de esa mujer salpicó la mirada de nuestro protagonista que estaba hambriento, un poco triste y apurado.... en ese momento un rayo de luz se posó sobre él, sintió el empuje de una fuerza divina que lo llevó a encontrar una posible solución que él ni siquiera había imaginado, lo hizo, lo consiguió, estaba feliz, salió después de obtener el sí y sólo tomó la mano de ella y le dijo: "Gracias!" acompañado de una enorme sonrisa y esa salpicadura de brillo en sus ojos.
Sabía que era posible no volverla a ver nunca y también sabía que ella jamás sabría que ese apoyo que le brindó le transformó la vida, ya que ahora podría andar por las calles sin miedo de que lo detuvieran y podría trabajar como cualquier persona, gracias al consejo y al apoyo que ella le brindó.
Sabía que no olvidaría ese momento y había confirmado una vez más que Dios utilizaba a las personas para conseguir cosas importantes, lo que el no sabía es que cuando él se fué la gente se sintió más tranquila ya que durante tres horas lo habían visto hablando sólo.
Él se limitó a elevar la mirada y esbozar una pequeña sonrisa entre la que se ocultaban indefinidas una alusión materna y un bosquejo de diversión ante el especímen tan raro que se encontraba en el otro cuarto, al cual le daba exactamente lo mismo que él tuviera que enfrentarse a realizar un trámite a las seis de la madrugada del cuál desconocía el procedimiento y que ella se lo sabía al dedillo pero prefería quedarse descansando.
Entre decepcionado y triste decidió salir a enfrentar lo que viniera por su propia cuenta, llegó a la oficina y después de realizar una fila que se antojaba eterna, entró a la oficina, adentro había otra cola.
"Chale, tengo hambre, no voy a poder comer nada hasta las 4 de la tarde que salga de trabajar, aquella plácidamente echadota en la cama sin tomarse la molestia de traerme ni una manzana, no fuera ella porque habría dejado de dormir por prepararle el desayuno, eso me pasa por... amable".
Al interior se encontró una silla donde permaneció esperando su turno, a su lado se sentó una mujer que empezó a hacerle la plática y le contó la razón por la cuál ella también se encontraba ahí, él le contó que era periodista y ella que era maestra de educación física, hablaron de los niños, de la educación, de los valores morales, de la situación en sus respectivos países, hasta que él se dió cuenta que tenía que entrar a trabajar (tenía un año buscando trabajo y éste era su segundo día), faltaban más de dos horas para que lo atendieran, tendría que regresar al otro día, de nuevo hacer la fila y esperar correr con mejor suerte... cuando de repente ella le dijo: "oye, porqué no hablas con algún funcionario y les explicas que llevas aquí formado todo el día y que te atiendan mañana sin que te fomes", él se le quedó viendo con cara de "está hablando en serio?" y ella al ver su reacción le contestó: "anda, vamos periodista, que no te de miedo, piensa positivo, yo te apoyo!", de pronto el brillo en la mirada de esa mujer salpicó la mirada de nuestro protagonista que estaba hambriento, un poco triste y apurado.... en ese momento un rayo de luz se posó sobre él, sintió el empuje de una fuerza divina que lo llevó a encontrar una posible solución que él ni siquiera había imaginado, lo hizo, lo consiguió, estaba feliz, salió después de obtener el sí y sólo tomó la mano de ella y le dijo: "Gracias!" acompañado de una enorme sonrisa y esa salpicadura de brillo en sus ojos.
Sabía que era posible no volverla a ver nunca y también sabía que ella jamás sabría que ese apoyo que le brindó le transformó la vida, ya que ahora podría andar por las calles sin miedo de que lo detuvieran y podría trabajar como cualquier persona, gracias al consejo y al apoyo que ella le brindó.
Sabía que no olvidaría ese momento y había confirmado una vez más que Dios utilizaba a las personas para conseguir cosas importantes, lo que el no sabía es que cuando él se fué la gente se sintió más tranquila ya que durante tres horas lo habían visto hablando sólo.
miércoles, 1 de agosto de 2007
Que buena la mala suerte!!!!!!
La vida en muchas ocasiones nos somete a situaciones complejas, absurdas, ridículas ó deprimentes, generalmente las comentamos con alguien y esa persona nos da una opinión, comentario que nos puede llevar a tres caminos: reafirmar lo que pensabamos o sentíamos, meternos la duda ó llevarnos al exremo opuesto.
El día de ayer me encontré con una noticia que me llamó mucho la atención, de un hombre, el Sr. Frick (que en el nombre lleva la penitencia) a quien le han caído dos rayos en un periodo de 27 años entre uno y otro, la historia es por demás curiosa; el primero le cayó mientras estaba en su tractor mientras trabajaba en el campo y sintió que algo le golpeó la entrepierna y lo tiró al suelo, el resultado: un cierre casi fundido y unos pantalones rotos en la parte de atrás.
La segunda ocasión ocurrió el viernes pasado mientras el Sr. Frick visitaba el festival Hamlin´s Ole Tyme Daz en Hamlin, Pensilvania, luego de recorrer la feria el cielo comenzó a nublarse y una tormenta se desató súbitamente, corrió a resguardarse junto con otras 7 personas a una cabaña y le cayó nuevamente otro rayo con las mismas consecuencias (cierre fundido, pantalones rotos) y sin heridos graves.
Al leer la nota pensé: "qué mala suerte de cuate", recordé al personaje de los Picapiedra que viajaba con su nubecita encima, pero mi perspectiva cambió cuando leí la declaración del Sr. Frick quien dijo: "...cuando me dí cuenta de que estaba vivo, lo primero que se me vino a la mente fué pensar qué suerte tengo!..".
Supongo que el Sr. Frick debe ser un hombre feliz ya es capaz de encontrarle el lado positivo a las cosas aún en medio de la tormenta, y creo que esta historia es un buen indicador de cómo piensa la gente que nos rodea: al contarla (sin mencionar la declaración del protagonista) muchos dirán que está salado ó chamoy, pero serán pocos quienes respondan que tiene muy buena suerte por el hecho de haber sobrevivido dos veces a un fenómeno que rebasa las leyes de la probabilidad y del cuál pocos viven para contarlo.
Mucha luz!!!!
El día de ayer me encontré con una noticia que me llamó mucho la atención, de un hombre, el Sr. Frick (que en el nombre lleva la penitencia) a quien le han caído dos rayos en un periodo de 27 años entre uno y otro, la historia es por demás curiosa; el primero le cayó mientras estaba en su tractor mientras trabajaba en el campo y sintió que algo le golpeó la entrepierna y lo tiró al suelo, el resultado: un cierre casi fundido y unos pantalones rotos en la parte de atrás.
La segunda ocasión ocurrió el viernes pasado mientras el Sr. Frick visitaba el festival Hamlin´s Ole Tyme Daz en Hamlin, Pensilvania, luego de recorrer la feria el cielo comenzó a nublarse y una tormenta se desató súbitamente, corrió a resguardarse junto con otras 7 personas a una cabaña y le cayó nuevamente otro rayo con las mismas consecuencias (cierre fundido, pantalones rotos) y sin heridos graves.
Al leer la nota pensé: "qué mala suerte de cuate", recordé al personaje de los Picapiedra que viajaba con su nubecita encima, pero mi perspectiva cambió cuando leí la declaración del Sr. Frick quien dijo: "...cuando me dí cuenta de que estaba vivo, lo primero que se me vino a la mente fué pensar qué suerte tengo!..".
Supongo que el Sr. Frick debe ser un hombre feliz ya es capaz de encontrarle el lado positivo a las cosas aún en medio de la tormenta, y creo que esta historia es un buen indicador de cómo piensa la gente que nos rodea: al contarla (sin mencionar la declaración del protagonista) muchos dirán que está salado ó chamoy, pero serán pocos quienes respondan que tiene muy buena suerte por el hecho de haber sobrevivido dos veces a un fenómeno que rebasa las leyes de la probabilidad y del cuál pocos viven para contarlo.
Mucha luz!!!!
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